Este año...

 Este año... 

Decidí hacerme cargo de mi cuerpo y cuidarlo. Hice lo necesario para bajar los 16 kilos de más que tenía. Estoy ya muy cerca del peso que mi cuerpo realmente está acostumbrado a llevar.  Sin embargo el asunto hormonal sigue pendiente, no he logrado reajustarme, pero seguiré constante hasta conseguirlo.  

Aprendí a cocinar algunas delicias y hasta me inventé una receta con champiñones y pescado que antojó a varios en la oficina.  

Pude, con el dinero ganado, invertir en mejorar el espacio que habito, ya tengo muebles que me encantan en la sala, la cocina, los cuartos. 

Me compré una máquina de coser, y pronto llegará mi nueva cámara. 

Aprendí a soltar amores. 

Disfruté la soledad del home office aunque sufrí de insomnio como nunca antes pero lo libré.  

Viajé con las amigas a la playa, en solitario por carretera, me subí a un árbol y tomé un avión buscando el paraíso.  

Vislumbré la casa de mis sueños, un viaje en solitario que me exigirá física y emocionalmente. Así que para ello me prepararé. 

Ha sido un año desafiante en el que crecí... viviendo sola.