Eso de vivir sola
Hace un par de meses alguna amiga me preguntó sobre cómo ha sido eso de vivir sola.
En México vivir sola es un objetivo que pocas mujeres podemos conseguir y disfrutar a plenitud. Lo digo porque existen un sinfín de factores que no lo permiten, algunos tienen que ver con la seguridad pública y otros con la autoestima.
Yo me independicé a los 28. Tres años antes había declinado la opción de estudiar en una superinstitución y estaba a dos turnos en lo laboral; así que en cuanto pude tener sólo un empleo aposté por rentar un microdepartamento cercano al trabajo. Ahora tengo 34 y creo que es hasta este momento en que siento que realmente soy independiente y estoy satisfecha.
En esos cinco años he vivido de todo. He trabajado mucho en mí misma, en reconciliarme y permitirme ser y hacer cosas que antes me causaban culpa. Cosas tan sencillas como dejar la casa de los padres y lo que eso implica en México... hasta cosas más serias como que el tanque de gas se incendie, que me acose un borracho cerca de la entrada de la casa, salir tarde del trabajo sola, no saber cocinar.
Ahora llevo algún tiempo ocupando un departamento que me dejó mi abuelito. Me queda cerca del trabajo y sí, sigo viviendo sola. Eso me facilita mucho las cosas, no pago renta y tampoco gasto mucho en transporte.
¿Cómo construir un hogar viviendo sola?
Creo que muchas de nosotras pensamos al inicio que es sencillo hacerte de un espacio, llevándote tus libros, la ropa, algunos trastes y muebles de casa de nuestros padres. Pero la realidad nos alcanza de inmediato y sientes que está vacío (seguramente sí, no tienes mucho) pero me refiero al vacío de los ruidos de otros, los silencios de otros, dejas de percibir que te acompañan porque en efecto estás sola. Vives sola.Antes de conseguir muebles me hice de un gatito. Sí, adopté el animal al que, según mi mamá, yo era alérgica pero que me encantaba, la llamé con el nombre de una de mis heroínas favoritas, Lyra. Fue la mejor elección, los gatos no buscan tu aprobación, ni se la pasan tratando de llamar tu atención. Es genial porque de forma inconsciente te vas adaptando a esa idea, a saberte acompañada pero también a "dormir sola". Sin la presión de complacer a otros.
Creo que me costó algún tiempo apropiarme de todos los espacios y creo que esta apropiación es a lo que llamamos hogar. Ahora sé que en mi cuarto está la ropa que realmente usaré en la temporada de calor y sé que la otra estará guardada hasta el invierno. Pero no me atormenta que esté "medio vacío". El estudio es el área de los sueños: los proyectos, las sesiones de fotografía y el lugar donde alimento a los gatos.
La sala-comedor y la cocina me han llevado más tiempo. Creo que porque esos espacios eran producto de los gustos de mis padres y no tenían nada que ver conmigo antes de vivir sola. Apenas hace un mes he podido comprar un comedor y un sillón a mi completo gusto. La cocina es todavía un gran reto pero ya aprendí a prepararme el desayuno y algunas recetas para llevarme comida al trabajo. Ahora soy fan de los refractarios y de mi olla de presión eléctrica. Ésta última creo que es de los inventos más guays en que, aquellos que vivimos solos, necesitamos invertir.
Creo que desde que tomo cada decisión sobre mi casa, a partir de lo que me satisface soy más feliz, me siento más tranquila y más cómoda.
Precauciones generales
- Conoce a tus vecinos. Mantente atenta a las decisiones colectivas porque pueden ayudarte en caso de problemas. Carga con un silbato (no importa si eres hombre o mujer).
- Si llegas tarde a casa, asegúrate de que no estás en una emboscada, si ves algo fuera de lo normal es hora de gritar para que te ayuden.
- Construye cosas para usar en tu casa. Por ejemplo yo me tejí un tapete para la mecedora que me regalé, pero unos amigos están cuidando plantitas.
- Invita a tus primos y amigos, tengas o no muebles. Es importante rodearte de tus seres queridos; si ahorras para la pintura pide que te ayuden, yo me sorprendí cuando la novia de una de mis mejores amigas llegó a ayudarme y después uno de mis primos. Fue increíble.
- Ejercítate, si no te gusta ir al gym puedes hacerlo en casa, observa videos o invita a una amiga que ya sepa algunas rutinas.
- Haz una lista de gastos y pon atención a los tipo hormiga. Mi alcancía me ha servido para comprar el gas y las hamburguesas que se me antojan en la noche.
- Escribe un directorio de servicios: comida rápida, el del gas, el del agua, y algún otro servicio a domicilio que puedas necesitar.
- Si cuentas con recursos consigue quien te limpie la casa; y si no igual ahorra sale en unos $300 el día de una persona. Sobretodo cuando tengas mucho trabajo o de verdad te haya rebasado el trasterío sucio. Hazlo sin sentir culpa, habrá temporadas en los que puedas y quieras limpiar por tu cuenta.
- Ah y cuidado, eso del consumismo está complicado, pero hay que aprender a disfrutar lo que tenemos y desde el pan sobre la mesa, la paleta de hielo, el olor del piso recién trapeado... hasta la última carga de pasta dental.
Perdón son seis años jijij
ResponderEliminarCuídate del que tapa el baño, es incomodo discutir con el cuando vives sola(o).....
ResponderEliminarMás vale tarde.. lo mejor de registrar el crecimiento personal es volver la vista atrás y sentirse satisfecho por ser independiente.
ResponderEliminarFelicidades por el texto
Gracias.
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